¿De dónde ha salido esa foto? Encontré hace años una tira de contactos en la que la secuencia quedaba muy clara. Al poco tiempo desapareció y no ha habido manera de reencontrarla.
No es difícil de encontrar en la red: hay varios sitios donde se hacen eco de la polémica, que surgió con el descubrimiento del maletín con el resto de tomas que Capa hizo a los milicianos en la sierra de Córdoba en el 36. Más allá de la cuestión de la identidad del protagonista de la famosa foto y del lugar del suceso, lo llamativo es que la imagen inferior -donde es otro el hombre que cae- , parece demostrar que el fotógrafo se apostó en un lugar fijo e hizo que los milicianos simularan caer bajo las balas enemigas. Uno y otro –el de la camisa blanca y el vestido en tonos grises- caen exactamente en el mismo sitio, dadas las referencias espaciales. Un montaje, entonces. Y de ahí, el cuestionamiento de la mítica foto, las reflexiones subsiguientes sobre verdad y obra de arte, la cuestiones formales frente al fondo, el mensaje, etc.
Cornell Capa, presidente de Magnum durante años, no puede ser ajeno a la desaparición de los contactos que circularon por internet en los que se veían los fotogramas siguientes y al miliciano supuestamente muerto llevando a cabo otras actuaciones.
No se puede tachar a Robert Capa de cobarde pero sí de tramposo. No amaba la fotografía -era lo que sabía hacer y lo hacía para pagar sus deudas de juego o las trampas de Magnum- y siempre andaba con prisa.
Mentir en fotografía documental es imperdonable, sea cual sea la disculpa.
4 comentarios:
¿De dónde ha salido esa foto? Encontré hace años una tira de contactos en la que la secuencia quedaba muy clara. Al poco tiempo desapareció y no ha habido manera de reencontrarla.
No es difícil de encontrar en la red: hay varios sitios donde se hacen eco de la polémica, que surgió con el descubrimiento del maletín con el resto de tomas que Capa hizo a los milicianos en la sierra de Córdoba en el 36. Más allá de la cuestión de la identidad del protagonista de la famosa foto y del lugar del suceso, lo llamativo es que la imagen inferior -donde es otro el hombre que cae- , parece demostrar que el fotógrafo se apostó en un lugar fijo e hizo que los milicianos simularan caer bajo las balas enemigas. Uno y otro –el de la camisa blanca y el vestido en tonos grises- caen exactamente en el mismo sitio, dadas las referencias espaciales. Un montaje, entonces. Y de ahí, el cuestionamiento de la mítica foto, las reflexiones subsiguientes sobre verdad y obra de arte, la cuestiones formales frente al fondo, el mensaje, etc.
Luca Pagni, partidario de que la foto es un montaje:
http://www.photographers.it/articoli/robertcapa2004.htm
(Ambas fotos se publicaron en la revista francesa comunista ‘Vu’ ya en septiembre de 1936)
Richard Whelan, convencido de lo contrario:
http://www.pbs.org/wnet/americanmasters/episodes/robert-capa/in-love-and-war/47/
Cornell Capa, presidente de Magnum durante años, no puede ser ajeno a la desaparición de los contactos que circularon por internet en los que se veían los fotogramas siguientes y al miliciano supuestamente muerto llevando a cabo otras actuaciones.
No se puede tachar a Robert Capa de cobarde pero sí de tramposo. No amaba la fotografía -era lo que sabía hacer y lo hacía para pagar sus deudas de juego o las trampas de Magnum- y siempre andaba con prisa.
Mentir en fotografía documental es imperdonable, sea cual sea la disculpa.
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