jueves, 17 de diciembre de 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
jueves, 19 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
Mal de horas
Cuando las horas finales alcance
sintiendo de las sábanas el peso,
aspirando a sorbos el viciado aire
rogaré me abandonen el dolor y la culpa
y se acerque al lecho sólo un temblor de manos
que en otro tiempo retuve entre las mías.
Mas no se derrame la sal por los rincones:
elevad los rostros, brinden al raso esos cristales,
que tras la fiesta que al final se apaga
nos espera el sueño, una tersura de plumas
y una mañana de luz al otro lado.
(Improvisado a las 11:00, retocado a las 17:00)
viernes, 13 de noviembre de 2009
miércoles, 11 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
viernes, 30 de octubre de 2009
miércoles, 28 de octubre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
Del natural. O no.
Museo del Prado.
Una sugerente entrada sobre la relación entre la brillante pintura del natural del valenciano, y la fotografía.
viernes, 16 de octubre de 2009
jueves, 15 de octubre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
viernes, 9 de octubre de 2009
Theatrum pictorium
Al servicio del archiduque Leopoldo Guillermo de Habsburgo, gobernador de los Países Bajos, el flamenco David Teniers el Joven tuvo a su cargo el asesoramiento y la catalogación de la extraordinaria colección pictórica de su señor.
Compuesta por un nutrido conjunto de obras maestras de los artistas más destacados de su tiempo, constituía el orgullo del gobernador y representaba el símbolo de su prestigio y posición social; divulgar el valor de este fantástico patrimonio personal se convirtió para el primo de nuestro Felipe IV en un imperativo no exento de vanidad.
Tiziano, Rafael, Holbein, Brueghel, Van Eyck, Mantegna, Carracci... Así, en varias ocasiones Teniers, artista minucioso que se había hecho muy popular pintando alegres escenas costumbristas de temática rural, retrató al archiduque mostrando sus cuadros tapizando las atiborradas paredes de un imaginario museo particular. Uno de estos muestrarios (ahora en El Prado) fue regalado al monarca español, un envío que llevaba implícito un mensaje de advertencia “como veis, puedo rivalizar con vuestras colecciones”. De hecho, toda esta soberbia acumulación de obras representa hoy el núcleo del Kunsthistorisches Museum de Viena.
Más ambicioso fue Leopoldo Guillermo al encargar a Teniers un catálogo impreso de una buena parte de su colección italiana: un volumen que reuniría las reproducciones de 243 de su piezas más destacadas, para general envidia y conocimiento: el denominado Theatrum Pictorium.
Imaginen la envergadura del proyecto comisionado a Teniers situándose en la mitad del siglo XVII y teniendo que reflejar en un libro dos centenares de grandes obras pictóricas por medio únicamente del modo de reproducción de imágenes de la época: el grabado.
El procedimiento a seguir, por el enorme tamaño del trabajo y su carácter artesano, mueve a la admiración y hasta la ternura: Teniers se enfrascó en la ingente tarea de copiar uno a uno, con la máxima fidelidad y hasta el mínimo detalle, los más de doscientos originales en pequeños cuadros al óleo de 17x25cm, para después entregarlos a una docena de grabadores contratados para su reproducción final.
Hasta tal punto se volcó David Teniers, el joven, en su trabajosa misión, que incluso llegó a costear la publicación del volumen dado que su mecenas abandonó Flandes antes de su finalización.
Pero sin duda, para nuestra moderna visión, resulta especialmente llamativo el juego de escollos a los que se tenía que enfrentar el artista en su función artesana de copista-divulgador. Copiar cada una de las pinceladas, dibujar cada pormenor, plasmar el color original en una nueva obra a escala; para repetir luego el trabajo nuevamente a manos del grabador. Una suerte de ‘juego del disparate’ que hoy nos hace cuestionarnos qué queda ya del original plasmado en la reproducción final.
No ha de extrañarnos que el propio David Teniers, en una muestra de humor satírico que yo interpreto como autocrítica amarga, se figure al artista como un esforzado mono pintor. Quizás lamentando verse a sí mismo reducido, por caprichos del destino y la necesidad, de artista creador a rutinario imitador...
miércoles, 7 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
martes, 29 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
viernes, 25 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Autorretrato
lunes, 21 de septiembre de 2009
Spanish master
Velázquez, c. 1630.
Desde este mismo momento, con sorpresa y diría que incluso entusiasmo, incluyo a este ‘recién llegado’, felizmente rescatado bajo capas de mugre, entre mis predilectos del maestro sevillano: a saber, los indiscutibles Inocencio X y Juan de Pareja, y un retrato realmente extraordinario: el olvidado Felipe IV de la National Gallery. Miren qué nariz regia, magnífica. Ay, eso es pintar...
Compensaciones
viernes, 11 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
On the beach
viernes, 28 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
Lo que más nos cuesta
Vamos a presuponer que en la muerte no hay más mal que el dolor, del mismo modo que la pobreza no es mala sino porque nos lanza en brazos del hambre, la sed, el frío, el calor y las vejaciones que nos hacen sufrir. Si en la muerte sólo el dolor es temible, aún concedo que es lo peor que nos puede pasar, porque por mi parte huyo de él más que nadie, acaso por no haber sufrido hasta ahora, a Dios gracias, gran trato con el dolor. Pero en nosotros está, si no extinguirlo, sí amenguarlo mediante la paciencia, conservando el alma y la razón buen temple incluso cuando el cuerpo padezca. Si así no fuere, ¿quién habría dado mérito a la virtud, el valor, el esfuerzo, la magnanimidad y la resolución? ¿Qué importancia tendrían esas cualidades si no existiese dolor que desafiar? Avida est periculi virtus. Si no hubiese que acostarse en el suelo; sufrir, armado de todas las armas, el calor del mediodía; comer carne de caballo o jumento; verse hacer pedazos para sacarle a uno una bala de entre los huesos; tolerar que nos recosan, cautericen y sondeen, ¿en qué se fundaría la ventaja que los hidalgos pretendemos tener sobre el vulgo? No es huir el dolor y el mal, lo que aconsejan los sabios, porque entre acciones igualmente buenas es de más mérito la que más fatiga da. Non enim hila ritate, nec lascivia, nec risu, aut joco, comite levitati, sed saepe etiam tristes firmitate et constantia sunt beati. Por ello ha sido imposible persuadir a nuestros padres de que las conquistas hechas a viva fuerza en los azares de la guerra no valían más que las obtenidas sin peligro merced a diligencias y gestiones.
Laetius est, quities magnos sibi constant honestum.
Montaigne (1533-1592)
.....
Ávida de peligro está la virtud (Séneca)
No se es feliz merced a la alegría, la lascivia, las risas y los juegos, usuales aditamentos de la frivolidad, sino que las almas graves hallan la dicha en la constancia y la firmeza (Cicerón)
De más contento es lo que más nos cuesta (Lucano)
viernes, 17 de julio de 2009
jueves, 16 de julio de 2009
lunes, 29 de junio de 2009
Memoria de los trastos
Memoria de los trastos.
Bajo el polvo y el óxido,
desvaídos rincones, rastros.
Trazado a partir de una entrada de T.